De todos los autobuses que hay circulando por el planeta, los autobuses rojos de Londres son junto a los autobuses escolares amarillos de Estados Unidos, los más conocidos por tener no sólo un color que los caracteriza, sino también por tener dos plantas.

Aunque los autobuses rojos de Londres parecen todos de la misma compañía, en realidad pertenecen a empresas muy distintas, ya que en Londres el transporte público urbano está liberalizado como puede ser aquí en España el interurbano, y hay compañías que operan específicamente líneas de algunos barrios nada más.

En total, Londres puede tener unos 7.000 autobuses es más de 700 rutas por dentro de la ciudad, operados bajo la organización del Transport for London (TfL), llevando cada año a unos 1.500.000.000 de pasajeros. Esto genera que los autobuses de la flota del transporte público de Londres tengan un uso intensísimo, y se «jubilan» rápido, aunque es una jubilación a medias porque pasan a usarse en otras ciudades menos pobladas de Reino Unido.

El famoso RT de Albert A. Molteno

En 1939, el jefe de ingenieros de la London Transport’s Bus and Coach Division, Albert Arthur Molteno Durrent, diseña un modelo de autobús double-checker, y en 1954 se construye el primer Routemaster RM, el autobús que se ha convertido en el icono de muchas personas cuando se les viene a la cabeza la imagen de la ciudad de Londres.

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«Routemaster RM1 A» por OxymanTrabajo propio. Disponible bajo la licencia CC BY 2.5 vía Wikimedia Commons.

Hoy en día, ya sólo hay dos líneas en el centro de Londres que operan con versiones modernas del Routermaster de dos pisos. El resto de las casi 698 líneas restantes tienen autobuses normales. El motivo por el que se conservan es por que son una seña de identidad. La gente que viene a Londres esperan verlos pasando por Picadilly Circus, y sería decepcionante que ocurriese lo contrario.

Los autobuses rojos de Londres y los tiempos modernos.

 

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«London Bus route 139 A» por OxymanTrabajo propio. Disponible bajo la licencia CC BY 2.5 vía Wikimedia Commons.

Pese a que son una seña indiscutible de Londres, los Routemaster, tantos los viejos como los modernos, presentan numerosos problemas para los viajeros, como por ejemplo, tener menos espacio para usuarios con movilidad reducida o tener que subir arriba para un trayecto que puede ser no muy largo, teniendo que bajar por unos escalones de un tamaño que puede ser ridículo.

Sin embargo, para una ciudad como Londres estos autobuses de cuerpo más recortado, giran más ágilmente y no se quedan atravesados en mitad de las calles, y los conductores los sobrellevan mejor que los bendy buses (lo que nosotros conocemos como autobuses de acordeón), que ocupan mucho más espacio en la calzada.

Actualmente, y desde 2012, los Routemaster modernos pueden verse circulando por Londres, y si vas a la ciudad, no debes de perder oportunidad de subirte en alguno, y no perderte el muy interesante Museo del Transporte de Londres, donde verás los antepasados de estos curiosos autobuses.