Un viaje en autobús puede ser una experiencia muy agradable o por el contrario una situación muy incómoda si nos mareamos o no tenemos suficiente espacio. Por esta razón, es muy importante escoger el mejor asiento en el autobús dependiendo de nuestras características y necesidades.

 

¿Ventana o pasillo?

Dependiendo de lo que quieras hacer durante el viaje deberás elegir entre una opción un otra. Por ejemplo,  si somos de los que preferimos ir mirando por la ventana y entretenernos con el paisaje obviamente tendremos que pedir un asiento de ventana. También, si lo que queremos es aprovechar el viaje para ir durmiendo, los asientos de ventana permiten apoyarse sobre ésta para descansar, por lo que puede ser más cómodo. De todas formas, debemos colocar siempre algún elemento como un abrigo o un cojín entre la cabeza y la ventana para evitar las molestas vibraciones.

Por otra parte, si somos altos, tenemos problemas de circulación o simplemente nos gusta ir estirados, el asiento del pasillo será la mejor opción. Este asiento permite estirar las piernas en el hueco del pasillo siempre y cuando no se moleste al resto de los pasajeros. Además, si somos algo inquietos o necesitamos ir varias veces al baño durante el trayecto, la mejor elección es este tipo de asientos, ya que podemos movernos cuando queramos sin la necesidad de molestar a alguien para salir.

Asimismo, otro de los consejos para ir más cómodos sobre todo si queremos descansar es evitar los asientos que estén situados sobre las ruedas, ya que en ellos se notarán más los baches.

Asientos del principio

Si nos mareamos con facilidad son las plazas ideales. En las plazas del principio es más difícil marearse puesto que también podemos ver el paisaje por la luna delantera de autocar y los movimientos no serán tan bruscos. También, si el autobús cuenta con televisión son los lugares ideales para poder ver y oír alguna película sin que nadie nos moleste.

Asientos del medio

Son los más codiciados, sobre todo aquellos que se encuentran antes y después de la salida trasera. Normalmente, las plazas anteriores a la salida permiten reclinar los asientos al máximo sin molestar a los usuarios que vayan sentados detrás, por lo que podremos estar más tumbados.

Por su parte, las plazas posteriores a la puerta de salida cuentan con la ventaja de que no tienen ningún asiento delante, por lo que la sensación de amplitud será mucho mayor. Además, es muy común que dispongan de una pequeña mesita que nos puede resultar muy útil si estamos usando un dispositivo móvil o leyendo.

Asientos del final

Los asientos del final suelen ser los que menos elige la gente porque por ejemplo, en la última fila no se pueden reclinar o porque la gente se marea. Aún así cuentan con otras muchas ventajas, ya que al ser de los menos concurridos suelen contar con alguna plaza libre y podemos ir más anchos.

Como se puede ver, cada asiento del autobús puede tener unos pros y unos contras. Por ello, para que nuestro viaje sea agradable y cómodo sólo basta con conocer nuestras necesidades o características y elegir el lugar más adecuado.