La seguridad de los menores en el autobús escolar es un factor clave para el desplazamiento, ya que cada vez son más pequeños los niños que utilizan este tipo de transporte para ir al colegio.

Sin duda, una buena educación vial desde casa ayudará a que el desplazamiento hasta el centro sea mucho más seguro y tranquilo para los viajeros. En este sentido, los padres juegan un papel fundamental en la seguridad por diversos motivos:

  • Pueden concienciar a sus hijos de la importancia de la seguridad vial y enseñarles la conducta correcta en este medio de transporte.
  • Pueden solicitar la contratación de autobuses con cinturones de seguridad para el transporte escolar, ya que según la legislación actual no es un factor obligatorio.
  • Deben comprobar que se cumple el reglamento y la seguridad de los autocares.
  • A la hora de acercar a su hijo en coche, deben respetar las paradas de autobús y no obstruir el tráfico ni estacionar en doble fila.

En cuanto a los niños, es conveniente que en casa aprendan a evitar situaciones peligrosas o de riesgo, y que conozcan los problemas que pueden surgir en el trayecto para que sepan reaccionar en caso de necesidad.

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Algunos consejos que deben seguir los niños para el viaje son:

Antes del trayecto

Antes de montarse en el autobús, se recomienda llegar 5 minutos antes para dar tiempo al acompañante del autocar de organizar a los niños y cumplir el horario. Es importante que estén subidos en la acera en la parada correspondiente. En algunos casos no existe una parada física, pero sí un punto de encuentro, lo menores deben esperar en una zona segura próxima al sitio habitual donde los recoge el autobús.

Los padres deben acompañar a los niños hasta que suban al autobús, especialmente a los más pequeños. Si los menores están jugando, es importante que lo hagan lejos del bordillo y que eviten las carreras cerca de la carretera.

Durante el trayecto

Es necesario concienciar a los niños de la importancia de usar el cinturón de seguridad en los autobuses, ya que deberán llevarlo siempre puesto durante el trayecto. El acompañante que vaya con ellos en el autobús será el encargado de supervisar que todos los alumnos llevan puesto el cinturón.

El monitor que los acompañe, también tendrá que vigilar que los niños no se levanten ni griten, para que así no distraigan al conductor y pongan en peligro la seguridad de todos.

Las mochilas y otras bolsas deben estar en la zona habilitada para ello, en la balda que se encuentra encima de los asientos y no dejarlas en  el pasillo porque alguien puede tropezar al salir. Si se come o se bebe algo durante el viaje, es importante que los niños no tiren los desperdicios al suelo y que cuiden del autobús y no produzcan daños.

Durante las paradas y el arranque

Si el autobús escolar hace paradas es importante que los niños sepan ser pacientes y que no bajen corriendo o empujando al resto. Una vez abajo, deben dirigirse a un lugar seguro y libre de tráfico, teniendo cuidado con otros vehículos que puedan estar pasando por la zona.

En este sentido, se recomienda que los niños se alejen unos 2 metros del autocar hacia la acera y que no se agachen por debajo del autobús ni permanezcan a su lado. Es muy importante que nunca crucen la calle por delante ni por detrás del autobús, ya que al tratarse de un vehículo grande reduce la visibilidad de otros conductores y puede ser peligroso para los niños. Los alumnos deben cruzar siempre por lugares autorizados, con precaución y siguiendo las indicaciones del acompañante del autobús hasta que lleguen al centro escolar.

Ahora que conoces las normas básicas que deben respetar los niños durante el trayecto en el autobús escolar, es importante concienciar a los menores para que entre todos se comporten correctamente para realizar un viaje seguro hasta el colegio.